La firma cobra gran importancia a la hora de realizar un análisis grafológico, ya que el texto escrito expresa simbólicamente la manera en que la persona se muestra ante los demás, mientras que la firma revela como el escribiente ES realmente.
Por esta razón, es importante tener en cuenta ciertos aspectos negativos que hay que tratar de evitar a la hora de decidirnos por determinada firma, ya que cada vez que firmamos reforzamos dicho concepto negativo de nosotros mismos.
Por supuesto, no significa que cambiando la firma vamos a transformar automáticamente nuestra forma de ser, pero sí, es importante que a través de nuestra firma enviemos a nuestro inconsciente el mensaje positivo de lo que queremos ser.
Ejemplos de lo que tenemos que evitar al firmar
- Firma tachada: cuando hacemos esto reforzamos la idea de que no nos queremos. Nuestra autoestima esta baja. Hay una tendencia a la autodestrucción y al autocastigo, generado posiblemente por complejos de culpabilidad.
- Firma con rúbrica envolvente: así expresamos la necesidad de protegernos del medio, ya sea por miedo o por timidez. También sugiere una actitud egoísta y narcisista.
- Firma con freno al futuro: es cuando al terminar la firma se hace una especie de muro a la derecha. Esto actúa a manera de un freno que nos impide salir al mundo exterior, a sus desafíos y al contacto con los demás, pero tampoco permitimos que entre nadie, es una forma de aislamiento.
- Firma ilegible: manifiesta el descontento con uno mismo, con la propia forma de ser e implica falta de compromiso.
- Firma con rúbrica angulosa a la izquierda: indica que la agresividad está dirigida a nosotros mismos, como un rasgo de autocrítica y sentimiento de culpa. También muestra resentimiento u hostilidad hacia el entorno familiar.
- Firma con rúbrica angulosa a la derecha: expresa agresividad contra el medio externo. Es una manera de atacar para defendernos ante los posibles problemas o peligros provenientes del exterior.
Fuente: Formarse
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